En redes sociales ha destacado una imagen en la que un motociclista sostiene una bandera mexicana en medio de una humareda durante las recientes manifestaciones en Los Ángeles. Las redadas masivas contra migrantes, ordenadas por el gobierno de Donald Trump como parte de su política migratoria causaron gran indignación. La imagen contiene una fuerte carga simbólica, y en un contexto como este, es de suma importancia profundizar en ello.
Desde el pasado viernes 7 de junio, la ciudad de Los Ángeles, California, se ha convertido en el epicentro de un conflicto social. La situación se ha exacerbado por el uso de la fuerza pública en contra de los migrantes y los mismos ciudadanos estadounidenses. Por eso han salido a las calles, para manifestar su oposición a una política migratoria que podemos calificar de fascista.
Nadie es ilegal en tierra robada
Según sea el caso, las banderas representan diversas cosas de un Estado o de una nación, desde su cultura hasta su historia. Pero también denotan identidad, pertenencia y arraigo. En un conflicto, una bandera puede significar una u otra posición, uno u otro partido. Por ello, la utilización de la bandera de México como símbolo de resistencia migrante es de particular relevancia.
Si hay alguna frase que ha sonado mucho en los últimos días ha sido “nadie es ilegal en tierra robada”. Por supuesto, la frase alude a la guerra mexicano-estadounidense de 1847, donde México perdió ilegalmente más del 50% de su territorio, California incluida. Hoy en día ese territorio robado, comprende, además de California, los estados de Nuevo México, Arizona, Colorado y Texas. Esta zona cuenta con la mayor cantidad de población de origen mexicano de todos los Estados Unidos. Los Ángeles, de hecho, es la segunda ciudad con más hablantes de español del mundo, solo después de la Ciudad de México.
Las banderas son símbolos potentes
No es casualidad que la bandera mexicana aparezca como un símbolo de resistencia contra una serie de políticas y decretos que pretenden deportar a las personas migrantes. Cuando se reprime a quienes se oponen a ello, aunque sean ciudadanos estadounidenses, se necesita de imágenes o íconos que unifiquen.
La oposición, si se nos permite la metáfora, entre dos figuras: el águila blanca del escudo estadounidense y el águila mestiza del escudo mexicano. Cada una con una carga histórica y simbólica, denota distintas concepciones de la libertad. Empuñar la bandera de México es decir “no soy extranjero” o como dirían los Tigres del Norte “yo no crucé la frontera, la frontera me cruzó”.
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