En una declaración pública sin precedentes ante el ataque bélico de Israel contra Irán, la Asociación de Escritores de Irán alzó la voz. Condenaron simultáneamente la agresión militar extranjera y la represión interna ejercida por la República Islámica.
La organización —históricamente perseguida por el régimen— denunció que el pueblo iraní es víctima de una doble opresión. Por parte del gobierno autoritario que lo gobierna y del Estado de Israel que lo ataca bajo el pretexto de seguridad.
La misiva, publicada el 15 de junio, subraya que ni el régimen iraní ni el gobierno israelí representan los intereses del pueblo, y que ambos instrumentalizan el conflicto para afianzarse en el poder.
A través de un mensaje claro, crítico y profundamente ético, los escritores advierten que el conflicto amenaza con destruir años de lucha popular por la libertad y abrir paso al nacionalismo extremo y al fascismo en la región.
“La guerra entre un régimen fascista basado en la ocupación y el genocidio, y un gobierno que ha cimentado su poder sobre la sangre de opositores y libertarios, no solo destruye la vida del pueblo, sino que también puede hacer retroceder años de lucha por la libertad”
Además, la Asociación critica duramente la narrativa mediática global, acusando a los dos grandes polos informativos de silenciar las voces independientes. Mientras unos blanquean la violencia israelí y la presentan como “salvación”, otros encubren la brutalidad del régimen iraní bajo la etiqueta de “defensa de la patria”.
Ni dictadura ni ocupación
En este contexto, el pueblo iraní —que ha vivido décadas de censura, pobreza, represión y ejecuciones— vuelve a quedar atrapado en medio de una guerra que no ha elegido. La organización enfatiza que la alegría por la caída de los opresores internos no debe confundirse con el apoyo a bombardeos o invasiones. Y cuestiona: ¿cómo puede un pueblo encontrar su voz en medio de la censura, el terror bélico y la manipulación informativa?
La declaración también revive el recuerdo del movimiento libertario de 2022, surgido tras la muerte de Jina Mahsa Amini, como uno de los momentos más esperanzadores de resistencia popular en Irán. Pero alerta que, si continúa la escalada bélica, esos avances podrían desaparecer bajo el fuego cruzado de dos poderes violentos.
“Ni el agresor externo ni el represor interno tienen derecho a usurpar la voluntad del pueblo”, afirman, mientras advierten que el régimen iraní ya prepara una nueva ola de arrestos, censura y ejecuciones.
La Asociación de Escritores de Irán, formada por intelectuales independientes, escritores y poetas críticos del régimen, hace un llamado urgente a las y los escritores, periodistas y defensores de derechos humanos del mundo a romper el cerco de desinformación y polarización, y a amplificar las voces de un pueblo que resiste desde abajo.
Esta es una condena firme a la agresión israelí, pero también con una advertencia clara. El silencio del mundo, bajo el pretexto de la tiranía iraní, solo agrava la catástrofe. Frente a ello, los pueblos tienen derecho a vivir sin dictaduras ni guerras. A vivir con dignidad.
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